La filtración del mosto es un paso fundamental en la elaboración de cerveza, ya que influye directamente en la calidad del mosto y en la eficiencia general de la producción. Problemas como la lentitud o la interrupción de la filtración pueden perturbar el proceso de elaboración de la cerveza, a menudo como consecuencia de la mala calidad de las materias primas, una sacarificación inadecuada, la elevada viscosidad del mosto o técnicas de filtración incorrectas. A continuación se exponen medidas profesionales para abordar estos retos con eficacia:
Ajustes operativos
Suspender la filtración y ajustar la capa de lías,Activar el cultivador de lías en el tanque del filtro para aflojar la capa de lías compactada.Introducir agua caliente a una temperatura de 75-78°C desde el fondo del tanque (comúnmente denominada "agua superior") para ayudar a reacondicionar la capa.
Combinar la adición de agua con la agitación
Si el aflojamiento por sí solo no es suficiente, añadir agua caliente al mismo tiempo que se pone en marcha el agitador. Dejar reposar el macerado de 5 a 10 minutos para volver a formar una capa de lías uniforme antes de reanudar la filtración.
Mantener una temperatura y un aislamiento óptimos
Asegúrese de que el aislamiento del depósito del filtro es eficaz y evita la pérdida de calor.
Mantener la temperatura del agua de lavado de las lías adecuadamente alta, evitando enfriamientos que puedan impedir la eficacia de la filtración.
Cierre bien las puertas de aire y la boca de acceso del tanque del filtro para mantener unas condiciones de temperatura y presión constantes.
Ajustes del proceso
Optimizar la calidad de la materia prima,Utilizar malta de alta calidad con propiedades enzimáticas equilibradas para reducir los posibles problemas de filtración.
Garantizar un grado de trituración uniforme y adecuado de la malta, evitando moliendas excesivamente finas o gruesas.
Mejorar la eficacia de la sacarificación
Utilizar preparados de amilasa para mejorar la descomposición del almidón y reducir el contenido de glucano en el mosto.Considerar la aplicación de una técnica de inmersión a baja temperatura:Añadir la malta al recipiente de sacarificación a 35-37°C.Dejar en remojo durante aproximadamente 30 minutos para mejorar la descomposición del glucano y reducir la viscosidad del mosto.
Control de la velocidad de filtración
Inicie la filtración a una velocidad más lenta para evitar la "evacuación", una condición en la que una succión excesiva provoca la compactación de la capa de lías, obstruyendo el flujo.Aumente gradualmente la velocidad una vez que se haya establecido un proceso de filtración estable.
Combinando estos ajustes operativos y centrados en el proceso, los cerveceros pueden superar las dificultades de filtración, garantizar una calidad constante del mosto y mantener ciclos de producción fluidos. El control proactivo de las materias primas y el perfeccionamiento de las prácticas cerveceras minimizarán los problemas recurrentes y mejorarán la eficiencia general.