En la industria cervecera, el uso eficiente de la energía es crucial para la sostenibilidad y la gestión de costes. Esta guía explora las ventajas y los principios operativos de los tanques de licor caliente y frío en los sistemas de recuperación de energía, especialmente para las grandes cervecerías que producen más de 10 millones de litros al año. Las cervecerías más pequeñas pueden centrarse sólo en estos tanques, pero para las operaciones más grandes, la integración de un sistema completo de recuperación de energía desde la fase de construcción puede ofrecer beneficios significativos.
Tanques de licor fríos y calientes
Los tanques de licor caliente y frío son componentes esenciales de una fábrica de cerveza energéticamente eficiente. Forman parte de un sistema más amplio de recuperación de energía diseñado para optimizar el uso de la energía térmica durante el proceso de elaboración de cerveza. El sistema típico incluye un tanque de licor caliente, un tanque de licor frío, un intercambiador de calor de placas, un underback, un condensador de vapor de la caldera y un tanque de almacenamiento de energía.
El papel del acumulador de energía
Los tanques de almacenamiento de energía almacenan el exceso de agua caliente generado durante el proceso de elaboración de la cerveza. Estos tanques se dividen en zonas de alta temperatura (alrededor de 78 °C) y de temperatura extra alta (alrededor de 97 °C). Las diferencias naturales de densidad y temperatura crean una termoclina que separa estas zonas. Esta estratificación permite un uso eficaz de la energía térmica en función de las necesidades, ajustando la proporción de agua sobrecalentada y agua caliente en función de los requisitos específicos.
Cómo funciona el sistema de recuperación de energía
Recuperación del calor de la ebullición del mosto: Cuando el mosto hierve, produce vapor con un calor significativo. Por ejemplo, la evaporación de 100 litros de agua genera calor suficiente para elevar 800 litros de agua a 80°C. En las cervecerías más pequeñas, este vapor suele condensarse con agua del grifo, lo que genera residuos. Las cervecerías más grandes pueden instalar un intercambiador de calor en el condensador conectado al hervidor de cerveza.
Proceso de intercambio de calor
El vapor del hervidor de cerveza es condensado por el agua a alta temperatura de 78 °C del intercambiador de calor, calentándolo hasta aproximadamente 85 °C.
A continuación, esta agua a alta temperatura se utiliza para calentar el agua fría a 12 °C del depósito de licor frío hasta 80 °C, que se devuelve al depósito de licor caliente.
Utilización del almacenamiento de energía
El agua sobrecalentada (97°C) del acumulador de energía calienta el mosto de 72°C del fondo hasta 95°C mediante un intercambiador de calor de placas.
El agua ahora refrigerada (78 °C) se transfiere de nuevo a la parte inferior del acumulador de energía, manteniendo la eficiencia del sistema.
Ventajas de un sistema de recuperación de energía
La implantación de un sistema de recuperación de energía ofrece numerosas ventajas
Reducción del consumo de energía: Al reutilizar la energía térmica, las fábricas de cerveza pueden reducir considerablemente el uso de energía primaria.
Menores costes de explotación: La recuperación eficiente del calor reduce la necesidad de calefacción adicional, con lo que disminuyen los costes de combustible.
Reducción de las emisiones de CO2: La utilización del calor residual implica una menor dependencia de fuentes de energía externas, lo que se traduce en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sostenibilidad mejorada: Los sistemas energéticamente eficientes favorecen los objetivos de sostenibilidad a largo plazo, cruciales para las cervecerías modernas.
Para las fábricas de cerveza que deseen mejorar su eficiencia energética y su sostenibilidad, invertir en un sistema de recuperación de energía es una decisión estratégica. Al comprender y utilizar los principios de los tanques de licor caliente y frío, las cervecerías pueden reducir significativamente su huella medioambiental y sus costes operativos. Este enfoque no sólo beneficia al balance final de la cervecería, sino que también contribuye a una industria más ecológica y sostenible.
La aplicación de estas estrategias puede situar a las fábricas de cerveza a la vanguardia de la eficiencia energética, garantizando el éxito y la sostenibilidad a largo plazo en un mercado competitivo.