Mejora de la calidad de la cerveza: Por qué su cerveza puede causar resaca

Todos hemos experimentado esa temida mañana después de una noche de disfrute cervecero, en la que un dolor de cabeza palpitante nos recuerda con crudeza nuestras elecciones. Pero, ¿qué es exactamente lo que hace que algunas cervezas provoquen fuertes resacas, aunque sean de gran calidad? En este artículo analizaremos la ciencia que se esconde tras las resacas provocadas por la cerveza y cómo los fabricantes pueden perfeccionar sus procesos para minimizar estas incómodas secuelas.

 

El papel de los alcoholes de alta graduación en la resaca

En el núcleo de muchas resacas relacionadas con la cerveza se encuentra un grupo de compuestos conocidos como alcoholes superiores, o alcoholes de fusel. Se trata de alcoholes con más de tres átomos de carbono, y pueden afectar significativamente tanto al perfil de sabor de la cerveza como a sus efectos tras el consumo. Aunque una cierta cantidad de alcoholes superiores puede realzar el aroma y el sabor, unos niveles excesivos pueden provocar efectos secundarios desagradables, incluida la resaca.

 

¿Cuáles son los niveles aceptables de alcoholes superiores?

Durante el proceso de fermentación, lo ideal es que los niveles de alcohol superiores se mantengan entre 60-90 mg/L. Si estos niveles superan los 120 mg/L -especialmente si el isobutanol supera los 10 mg/L o el alcohol isoamílico sobrepasa los 50 mg/L- los bebedores pueden experimentar síntomas como mareos, náuseas y la infame resaca.

 

célula de levadura de cerveza

 

Factores que contribuyen a una mayor producción de alcohol

1. Las cepas de levadura son importantes

El tipo de levadura utilizado en la elaboración de cerveza es crucial. Las distintas cepas presentan actividades metabólicas diferentes, lo que da lugar a diferencias en la producción de alcoholes superiores. Elegir una cepa de levadura diseñada específicamente para producir cantidades menores de alcoholes superiores puede mejorar significativamente la calidad de la cerveza.

2. Niveles de oxígeno en el mosto

El oxígeno desempeña un papel fundamental en el crecimiento de la levadura. Durante los dos primeros días de la fermentación, las células de levadura proliferan, lo que puede dar lugar a una mayor producción de alcohol si los niveles de oxígeno son demasiado altos. Mantener el oxígeno disuelto en torno a 8-10 mg/L ayuda a mantener la levadura en la fase de crecimiento durante más tiempo, minimizando los alcoholes superiores no deseados.

3. Control de la temperatura de fermentación

La temperatura influye directamente en la actividad de la levadura y en la producción de alcoholes más elevados. A medida que aumenta la temperatura, la levadura metaboliza más rápidamente los azúcares y los aminoácidos, lo que puede dar lugar a un pico de productos intermedios como los α-cetoácidos, que aumentan aún más los niveles de alcohol. Para combatirlo, los cerveceros deben vigilar de cerca las temperaturas de fermentación, empezando por temperaturas más bajas y aumentándolas gradualmente para evitar un exceso de diacetilo y otros subproductos.

4. Control de los niveles de α-nitrógeno amino

El contenido de nitrógeno α-amino en el mosto es otro factor crítico. Unos niveles adecuados favorecen la reproducción saludable de la levadura al tiempo que controlan una mayor producción de alcohol. Lo ideal es que el nitrógeno α-amino en un mosto de 12 °P se mantenga entre 180-200 mg/L. Un exceso de nitrógeno puede provocar un rápido consumo de aminoácidos, mientras que una cantidad insuficiente obliga a la levadura a producir más α-cetoácidos y, en consecuencia, alcoholes más elevados.

 

fermentación de la cerveza

 

Mejorar la calidad de la cerveza para una mejor experiencia

La calidad de la cerveza no se limita a su sabor, sino que abarca toda la experiencia de consumo, incluida la sensación al día siguiente. A medida que la cerveza artesana sigue evolucionando, los consumidores son cada vez más exigentes y demandan cervezas que no solo sepan bien, sino que también tengan menos efectos secundarios negativos.

Los cerveceros que deseen prosperar en este mercado competitivo deben invertir en equipos de primera categoría y perfeccionar sus técnicas de elaboración. Controlando las cepas de levadura, los niveles de oxígeno, las temperaturas de fermentación y el contenido de nitrógeno, pueden producir cervezas que no solo son sabrosas, sino también más fáciles para el sistema.

 

Conclusión:Mejora de la calidad de la cerveza

Comprender los factores que contribuyen a la resaca puede ayudar tanto a los cerveceros como a los consumidores. Centrándose en el control de calidad y perfeccionando las prácticas de elaboración, es posible disfrutar de una cerveza de gran sabor sin temor a una dura resaca matutina. ¡Brindemos por una mejor experiencia cervecera!

Ir arriba